Esta actividad está especialmente diseñada para niños y jóvenes con Trastorno del Espectro Autista (TEA), con el objetivo de ofrecerles un espacio donde puedan aprender a nadar o mejorar su técnica en un ambiente adaptado a sus necesidades. A lo largo de las sesiones, los participantes disfrutarán del contacto y el movimiento en el agua, lo que les permitirá ganar confianza y familiaridad con el entorno acuático de manera progresiva y sin presiones.

El enfoque de la actividad se centra en trabajar la relación con el agua, comenzando con la entrada y salida de la piscina de manera segura y controlada, lo que les ayudará a sentir más seguridad y comodidad. Además, se trabajará en el desarrollo de habilidades motoras, como la flotación, la respiración, la coordinación psicomotriz y el desplazamiento en el agua, adaptando los ejercicios a las capacidades de cada niño. Los movimientos serán ajustados, ya sean básicos o más avanzados, según el nivel de cada participante, con el fin de que todos puedan avanzar a su propio ritmo.

Asimismo, se fomentará la autonomía en los niños, tanto en el agua como fuera de ella, trabajando la independencia en el vestuario y en otros aspectos cotidianos. Los instructores estarán siempre presentes para proporcionar el apoyo necesario, garantizando que cada niño se sienta cómodo, respetado y motivado a disfrutar de la actividad mientras desarrolla nuevas habilidades de forma divertida y adaptada.