A través de ejercicios prácticos y dinámicos, los niños desarrollarán su confianza y destrezas en el agua. En los niveles iniciales, trabajamos en piscinas donde los niños pueden tocar el fondo, lo que les ayuda a sentirse seguros y a perder el miedo al agua. A medida que progresan, introducimos técnicas más avanzadas, como la coordinación de respiración, movimientos de brazos y piernas, y saltos de cabeza.
El curso también incluye aspectos esenciales como la autonomía en el agua, las entradas y salidas seguras de la piscina, y la mejora de la resistencia física. Además, fomentamos un ambiente lúdico donde el aprendizaje se mezcla con el juego, para que los niños disfruten al máximo cada sesión.