La metodología de enseñanza que se usa se basa en hacer que el aprendizaje del inglés sea dinámico, entretenido y efectivo. El enfoque se centra en presentar el vocabulario y la gramática de manera contextualizada, utilizando una variedad de recursos didácticos que captan la atención de los niños y fomentan su participación activa en el aula. Se emplean herramientas como marionetas, cuentos, canciones, juegos de vocabulario, puzles y actividades de dibujo para que los niños aprendan inglés de forma divertida y significativa.

Gracias a estos recursos, los estudiantes no solo adquieren nuevo vocabulario y estructuras gramaticales, sino que también desarrollan habilidades cognitivas y sociales. Las marionetas y los cuentos, por ejemplo, crean situaciones interactivas que permiten a los niños practicar inglés en contextos reales y lúdicos. Los juegos de vocabulario y los puzles, por otro lado, estimulan la memoria y el pensamiento crítico, mientras que las actividades de dibujo facilitan la expresión creativa en inglés.

Para garantizar un seguimiento personalizado del progreso de cada alumno, se entregan informes trimestrales que detallan los logros individuales y las áreas que necesitan refuerzo. Estos informes permiten a los padres y a los profesores identificar de manera clara el avance de cada niño y colaborar para mejorar las áreas que aún requieren atención.