La evaluación de la expresión oral en las clases de inglés se realiza de manera continua, basándose en el trabajo que los estudiantes realizan a diario en clase. Esta evaluación está orientada a medir su participación activa y su capacidad para expresarse en inglés de forma fluida y precisa.

Un aspecto fundamental de esta evaluación son las presentaciones orales, que los alumnos deben realizar una vez por trimestre. En estas presentaciones, los estudiantes preparan y exponen un trabajo ante sus compañeros y el profesor, utilizando formatos como posters o presentaciones en PowerPoint. Los temas de las presentaciones son variados, incluyendo libros leídos, viajes realizados o festividades y costumbres típicas de diferentes culturas. Este ejercicio permite a los alumnos desarrollar sus habilidades de expresión oral y adquirir confianza al hablar en público, a la vez que enriquecen su vocabulario y mejoran su pronunciación.

Para complementar esta evaluación continua, en los meses de febrero y junio todos los estudiantes, independientemente del nivel, realizan exámenes escritos que abarcan el contenido trabajado en clase. Estos exámenes evalúan no solo la gramática, sino también la comprensión lectora, auditiva, el vocabulario y la expresión escrita. Así, el centro asegura un seguimiento exhaustivo del progreso de cada estudiante, proporcionando una visión clara de su evolución y dominio del inglés.