En las clases de programación, los niños se introducen por primera vez en el emocionante mundo de los algoritmos y el código de una manera accesible y divertida. Los más pequeños aprenden con mayor rapidez y facilidad que los adultos, y un enfoque centrado en el juego capta su atención de manera efectiva. Mediante el uso de tramas interesantes y actividades lúdicas, se logra mantener su interés, incluso en aquellos que tienen dificultades para concentrarse.

Durante el curso, los niños aprenderán los principios básicos de la programación y cómo aplicarlos mediante la creación de juegos y caricaturas en herramientas como Scratch Junior. También desarrollarán habilidades clave como la resolución creativa de problemas, el trabajo en equipo en proyectos conjuntos, y ganarán confianza para presentar sus ideas frente al grupo.

Además, los niños no solo aprenderán habilidades técnicas, sino que también se fomentará su desarrollo personal. Aprenderán a reflexionar, a hacer preguntas y a no temer cometer errores. Esto les prepara para el proceso de aprendizaje futuro y para la escuela en general. Entre las habilidades que desarrollarán están:

Pensamiento lógico, algorítmico y espacial.
Habilidades creativas.
Capacidades de comunicación y trabajo en equipo.

Este enfoque integral asegura que los niños no solo se diviertan, sino que también adquieran una sólida base para seguir explorando el mundo de la tecnología.